Las altas temperaturas veraniegas dificultan considerablemente el descanso. Recurrir al aire acondicionado es la solución más habitual en estos casos, pero al hacerlo hay que tener en cuenta que un uso inadecuado puede repercutir en problemas de salud. Desde resfriados hasta sequedad de ojos, hay una serie de molestias que habitualmente se asocian al funcionamiento del aire acondicionado durante el periodo nocturno.
Afortunadamente, es algo que puede evitarse si se sabe cómo. Por eso aquí van algunos consejos útiles para dormir bien con aire acondicionado que te servirán para poder descansar durante las sofocantes noches de verano sin que tu salud tenga que pagar un precio por ello.
Utiliza el programa noche de tu aire acondicionado: Muchos equipos actualmente cuentan con un modo específico para noche, que además de mantener a raya el consumo energético, regula la temperatura evitando que la habitación se enfríe en exceso. Lo ideal es que se mantenga entre los 22 y los 24 grados.
Evita un flujo directo de aire: La incidencia directa sobre el cuerpo de un chorro de aire frío durante varias horas puede tener efectos perjudiciales en tu salud. Y como es mucho más sencillo mover tu cama que cambiar de ubicación el equipo de aire acondicionado, si en su posición actual el aire te da directamente, trata de mover la cama. También tienes la opción, si tu aire acondicionado tiene modo swing, de activarlo para que distribuya el aire en distintas direcciones.
Programa el apagado automático. El calor asfixiante es lo que impide conciliar el sueño, pero una vez que hayas logrado dormirte, no serás tan consciente de las altas temperaturas. Por lo tanto una manera de ahorrar y evitar problemas de salud es programar el equipo para que se apague a las 2-3 horas de irte a la cama. En ese instante, en el que estarás en un sueño más profundo, es muy probable que no notes tanto la temperatura ambiente. Y siempre puedes tener el mando a mano para volver a activarlo si lo necesitas.
